Callejeando por Jerez el otro día, camino de una cita, recordaba a Curro de la Morena. De entre los cantaores jerezanos recientemente desaparecidos, Curro ha sido uno de los que más honda huella ha dejado entre los aficionados y por supuesto, entre sus amigos. Caracolero hasta las trancas, su manera de decir el cante, tan especial y auténtica, le convertía en un personaje al que siempre apetecía escuchar.
Aquí le pueden escuchar por fandangos en la Peña de Tío José (gracias Gálvez), con la guitarra de Periquín.
Razón tienes Carlos, Curro ha sido un cantaor con uno de los "decires" más gitanos que he podido escuchar, era (a pesar de lo que se abusa de este adjetivo) irrepetible. ¡Pedazo de blog, primo!
Hola Garve, en efecto, así era. Sucede también que la memoria es frágil, así que nunca está de más acordarse de gente como él. Gracias por pasarte por aquí.
Razón tienes Carlos, Curro ha sido un cantaor con uno de los "decires" más gitanos que he podido escuchar, era (a pesar de lo que se abusa de este adjetivo) irrepetible.
ResponderEliminar¡Pedazo de blog, primo!
Hola Garve, en efecto, así era. Sucede también que la memoria es frágil, así que nunca está de más acordarse de gente como él. Gracias por pasarte por aquí.
EliminarUn abrazo.