El Rastro de Madrid. Diego González Ragel.
Quien frecuenta el Rastro (casi) todos los domingos por la mañana, como es mi caso, sabe que las posibilidades de encontrar aquello que más le interesa es bastante remota, sobre todo si se lleva coleccionando varias décadas un género muy concreto. No obstante, es la excusa perfecta para dar un paseo, hablar con los amigos, observar a un público variopinto, y en definitiva, cumplir con un rito que llevo realizando desde que tengo uso de razón, si es que alguna vez la tuve.
Eso sí, siempre con un puntito de ilusión, como si a uno le estuviera esperando en una calle cualquiera un cilindro de Enrique el Mellizo...
Amigo Carlos, no pierdas las esperanza de encontrar a Enrique el Mellizo, porque posibilidades tuvo para haber grabado.
ResponderEliminarPepe Muñoz
Hola Pepe,
EliminarAfortunadamente la ilusión que se tiene momentos antes de ver una colección de discos de pizarra o cilindros nunca me ha abandonado, y espero que dure.
Un abrazo.
Eso, que te perdure amigo Carlos y si algún día encuentras un cilindro del Mellizo, espero que me avises. Ya sabes lo que decía el genio gaditano "El arte está tan adelantado que ya se hacen en conserva como las latas de atún" en clara referencia a los cilindros de cera, que tu mejor que nadie sabe que se guardaban en las latas.
ResponderEliminarUn abrazo y p`alante.....
Eso por descontado, Antonio. A propósito, las bulerías de Mojiganga no las tengo, he revisado los vinilos uno por uno, habrá que seguir la pista.
EliminarTe deseo lo mejor en tu nueva etapa bloguera.
Un abrazo.