A comienzos de 1900, un periodista de la La Correspondencia Militar, bajo el seudónimo de Dum-dum se hacía eco de los discursos que pretendía grabar el candidato demócrata a las elecciones presidenciales de ese mismo año:
Sin nombrarlo, se refería a William Jennings Bryan, tres veces candidato a la presidencia de los Estados Unidos, y que nunca alcanzó el poder. De su bagaje intelectual, destacar su férrea oposición al voto femenino, su defensa de la legislación contra el consumo de alcohol, el rechazo a toda inmigración no anglosajona, su aversión a la Teoría de la Evolución de Darwin... además de ser miembro de la Iglesia Presbiteriana. Si así era el demócrata... ¡cómo sería el republicano!
Aquí podemos escucharlo hablando de los depósitos bancarios y los derechos de los impositores, en uno de los cilindros que grabó para Thomas Edison en 1908:
Menos mal que siempre nos quedará El Mochuelo...