lunes, 20 de octubre de 2014

Guiño a los amigos papelistas

Como coleccionista, y sobre todo, como aficionado a la música en general y al flamenco en particular, uno de los momentos más estimulantes es cuando comienzo a ordenar y catalogar una nueva colección de cilindros de fonógrafo. Dependiendo del modelo de caja que se empleaba, algunos cilindros de cera venían recubiertos con una gruesa capa de algodón, algo que los protegía de los golpes, pero que a la larga, y combinado con la humedad, desencadenaría unas consecuencias muy negativas: la presencia de moho.


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