Una de las frases hechas más irritantes en lo que respecta a nuestra música es aquella atribuida al crítico estadounidense, que tras asistir a una actuación de Lola Flores en el Madison Square Garden de Nueva York, sentenció: "no canta, no baila, no se la pierdan", o lo que es lo mismo, "que la verdad no te estropee un titular".
Que un periodista, asombrado ante el arte de la jerezana, alumbrara esa injusta (e ingeniosa) frase, entra dentro de lo previsible. Lo que es absurdo es que muchos aficionados sigan sacándola a relucir en toda conversación donde aparezca el nombre de Lola, dándoselas de agudos contertulios.
He dicho.
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